UN ARTISTA ARGENTINO EN EL VATICANO

Después del Ángelus, Francisco compartió un almuerzo con el artista y más tarde, en los jardines de Castelgandolfo, a unos 20 kilómetros de Roma, se produjo la bendición de las obras, realizadas con materiales de descarte.

"Estas imágenes son el signo de la creatividad de la que somos capaces aun con una materia prima de descarte, abandonada. Son un símbolo de la genialidad que Dios quiso poner en la mente de un artista", dijo el Papa, en una ceremonia privada.

"Éste es un mensaje al mundo de que hasta que no venga el Hijo de Dios nada está perdido, nada es de descarte, todo tiene un significado dentro de la magnífica obra de Dios", agregó.

Marmo, autor de los murales de Evita, el Padre Mugica y Arturo Jauretche en la 9 de Julio, en Buenos Aires, realizó sus obras con la participación de presos y jóvenes con problemas judiciales, utilizando acero de la industria italiana y materiales de descarte. La iniciativa se enmarca dentro del proyecto del artista y del Papa para construir esculturas con participación colectiva. Las obras fueron emplazadas en los jardines de Castelgandolfo, donde recientemente se inauguró justamente una sede de los Museos Vaticanos.

Hacía ya tiempo que Marmo, nacido en Caseros en 1971, trabajaba con Jorge Bergoglio en diversos proyectos destinados, según dijo el artista en agosto de este año, a "unir las asimetrías y las diferencias del universo social, a través del arte como constructor de diálogo; entendiendo el arte como evangelizador con una mirada amplia, y no solamente desde la religión católica".

Desde que Bergoglio es papa, ambos empezaron a desarrollar este proyecto, llamado "La simbología de la Iglesia que mira al Sur". Se trata de un grupo de obras que serán instaladas en diferentes puntos de la Argentina y América latina que "fomentan la participación colectiva en la construcción de obras con la participación de personas que tienen dificultades de integración social. Marmo realiza asimismo talleres en fábricas, escuelas y comedores.

"El Santo Padre tiene la cercanía de un obispo. Con él construyo diálogo para fomentar la cultura del encuentro; allí está el arte", comentó Marmo, que destacó que "lo que queda emplazado en el Vaticano es el testimonio de ese proceso de trabajo, el otro polo de la cultura del descarte". (APFMercosur)


Fuente:  ROMA, 17 NOV (APFMercosur)